En una época marcada por el cambio climático y la creciente necesidad de prácticas agrícolas sostenibles, el concepto del sistema silvopastoril ha surgido como una solución prometedora.
Recientemente, tuve el privilegio de asistir a un evento en Germantown, Nueva York, organizado por Interlace Commons. El acto, 'Fundamentals of Silvopasture - Gansvoort Farm', reunió a agricultores, ganaderos y especialistas emergentes en agroforestería para debatir el potencial de los sistemas silvopastoriles para la región. Esta práctica combina árboles, hierba y rotación de pastos en la misma tierra, ofreciendo un enfoque polifacético de la gestión de la tierra que beneficia tanto al medio ambiente como a los resultados económicos.
El sistema silvopastoril, en esencia, es una sinergia de árboles, hierba y ganado. Puede adaptarse a distintos objetivos, ya sea la producción de carne, el cultivo de frutas, la regeneración del suelo, el secuestro de carbono o la provisión de sombra y hábitat para animales, aves, abejas y mariposas. Esta flexibilidad es un rasgo definitorio de la dicha gestión, que la hace adaptable a los objetivos de los distintos propietarios.
Una de las consideraciones clave en los sistemas silvopastoriles es el equilibrio entre árboles y animales. Los propietarios deben evaluar cuidadosamente la proporción adecuada entre árboles y animales. El pastoreo excesivo de demasiados animales puede afectar negativamente a la salud y vitalidad de los árboles.
Quienes practican la gestión silvopastoril deben tener en cuenta el bienestar de los animales y asegurarse de que los árboles proporcionan sombra y alimento adecuados para que los animales de pastoreo prosperen.
"Un sistema silvopastoril bien diseñado incluye una mezcla de pastos abiertos y prados. También requiere el uso de pastoreo intensivo gestionado para optimizar la productividad del forraje", afirma el Dr. Michael Gold, del Centro de Agroforestería de la Universidad de Missouri.
"Mantener la productividad del forraje es la base de la salud del ganado y del forraje. Los potreros de estos sistemas son especialmente importantes durante los periodos de temperaturas estivales extremas (para dar sombra y aliviar el calor) e invernales extremas (para proteger del frío)." añade Gold.
La elección de los árboles adecuados es crucial y requiere una reflexión detenida. El proceso de toma de decisiones debe guiarse por un amplio abanico de factores:
El número óptimo de árboles por acre varía en función de las necesidades y objetivos de cada propietario. Factores como el espacio disponible, el clima, los resultados previstos y las limitaciones de recursos influyen a la hora de determinar la configuración ideal. La personalización es clave para maximizar los beneficios de esta práctica.
¿Quieres saber más sobre cómo diseñar uno? Consulta el Manual de formación sobre prácticas agroforestales aplicadas del Centro de Agroforestería.
Paicines Ranch ha dado un ejemplo notable al integrar a la perfección las prácticas agroforestales. Su enfoque innovador consiste en la introducción estratégica de ovejas en el viñedo, donde estos herbicidas y fertilizantes naturales contribuyen a un entorno vitícola más sano y respetuoso con el medio ambiente.
Además, Paicines Ranch se ha asociado con Biome Makers para emplear el análisis del microbioma con el fin de comprender la comunidad microbiana presente en su suelo.
Biome Makers les proporcionó información crucial sobre la salud del suelo y el ciclo de los nutrientes. Esta sinergia holística entre la agrosilvicultura y el análisis microbiológico del suelo mejora la granja y potencia un futuro sostenible.
Propagate y The Nature Conservancy estudiaron los efectos de añadir sistemas silvopastoriles a los pastos del este de EE.UU. Examinaron el secuestro de carbono y las repercusiones económicas en zonas que antes eran bosques.
Descubrieron que las inversiones en sistemas silvopastoriles pueden generar tasas internas de rentabilidad (TIR) del 6-14%, incluso sin impulsores adicionales del mercado como un precio del carbono.
Aunque el potencial de estos sistemas es evidente, obtener financiación para estos proyectos puede resultar complicado. El Servicio de Conservación de Recursos Naturales (NRCS) puede financiar este tipo de iniciativas, aunque el proyecto propuesto debe demostrar cómo abordará déficits de recursos naturales como la erosión del suelo y los problemas de calidad del agua. Estas subvenciones, conocidas como subvenciones EQIP, conllevan requisitos y expectativas específicos.
Por lo tanto, los futuros profesionales deben estar preparados para argumentar de manera convincente cómo su proyecto contribuirá a estos objetivos ecológicos para asegurar la financiación, tales como la mejora de la salud y la calidad del suelo, el bienestar animal, la conservación de la fauna y la biodiversidad, y más.
Algunas organizaciones se dedican a poner en contacto a las explotaciones agrícolas con la financiación para facilitar este proceso. Propagate colabora con el Departamento de Agricultura de EE.UU. en programas como Climate Smart Commodities para cubrir estrategias como el cultivo en callejones, los silvopastos y los cortavientos.
Propagate también forma parte de una empresa conjunta conocida como Agroforestry Partners, que recauda fondos de inversores a largo plazo para pagar por adelantado a los agricultores por la transición de sus tierras a sistemas agroforestales. Esta empresa gestiona estos activos tanto para los agricultores como para los inversores.
Con una combinación de opciones públicas y privadas para las explotaciones, su equipo puede ayudar a diseñar y ejecutar proyectos con mecanismos de financiación que se ajusten a los deseos particulares de cada explotación.
La gestión silvopastoral es un enfoque holístico y sostenible de la agricultura muy prometedor para los agricultores y el medio ambiente. La integración de árboles, pastos y animales en un ecosistema único y armonioso ofrece una vía hacia la resiliencia, la rentabilidad y la regeneración ecológica.
Aunque la obtención de financiación y la selección de los árboles adecuados plantean dificultades, los beneficios a largo plazo los convierten en una valiosa inversión para el futuro de la agricultura sostenible. De cara al futuro, adoptar esta práctica agroforestal puede resultar un paso fundamental hacia un paisaje agrícola más sostenible y próspero.