La salud del suelo desempeña un papel fundamental en la productividad de las explotaciones ganaderas. Descifrar la salud biológica del suelo puede ayudar a agricultores y ganaderos a aumentar su producción y proporcionar al ganado abundante forraje nutritivo, todo ello potenciando la sostenibilidad de la tierra.
En este post, exploraremos algunas formas esenciales en que la salud del suelo puede repercutir en la salud y la productividad de los ranchos y el ganado, así como algunas buenas prácticas para promover un suelo sano.
A continuación se enumeran algunos beneficios significativos que pueden obtenerse cuando los suelos de los ranchos están sanos:
1. Producción de forraje: Un suelo sano proporciona los nutrientes, el agua y la estructura necesarios para un forraje de alta calidad y alto rendimiento, desde pastos hasta heno.
2. Salud animal: El forraje de alta calidad cultivado en suelos sanos es más capaz de satisfacer las necesidades nutricionales del ganado.
3. Retención de agua: Un suelo sano retiene el agua, lo que favorece el crecimiento del forraje y proporciona agua potable a los animales.
4. Reducción de la erosión: Las prácticas de salud del suelo, como el cultivo de cobertura, la construcción de cortavientos y la reducción de la labranza, pueden reducir la erosión del suelo para mejorar la producción de forraje y ganado.
5. Impacto medioambiental: Un suelo sano puede repercutir positivamente en el medio ambiente, desde la reducción de los gases de efecto invernadero hasta la mejora de la calidad del agua y la biodiversidad, creando un ecosistema resistente que sustenta mejor al ganado.
Profundicemos en algunas de las principales ventajas de garantizar la salud del suelo en el rancho.
Una de las principales fuentes de alimento para el ganado es el forraje, que se ve directamente afectado por el suelo en el que crece. Si alguna vez te has preguntado cómo va la gestión de tus pastos, sigue al ganado. Los animales que pastan suelen elegir alimentos que reflejan la fertilidad del suelo.
Un suelo sano proporciona la estructura, la materia orgánica, los nutrientes y la disponibilidad de agua necesarios para promover una producción de forraje sana, lo que se traduce en un mayor rendimiento y calidad de los piensos. También fomenta la biodiversidad vegetal, que puede poner a disposición de los animales una gama más amplia de nutrientes.
El valor nutritivo del forraje depende de la salud del suelo en el que se cultiva. Un suelo sano con un perfil nutricional equilibrado producirá forraje de alta calidad que satisfará las necesidades nutricionales del ganado. Por el contrario, un suelo deficiente en nutrientes puede producir forraje pobre en nutrientes, lo que puede repercutir negativamente en la salud animal.
Las enfermedades animales también pueden proceder de fuentes de infección transmitidas a través del suelo. Unas buenas prácticas de gestión del suelo y del pastoreo, como la rotación de los pastos y de los cultivos forrajeros, pueden ayudar a controlar los patógenos y parásitos transmitidos por el suelo.
La estructura de un suelo sano presenta una amplia porosidad y agregados estables. Un suelo con buena estructura es más capaz de absorber y almacenar agua. También garantiza que se produzca menos escorrentía de agua, para evitar la contaminación por sedimentos, aportes y nutrientes en los arroyos, ríos y lagos cercanos.
La estructura del suelo puede preservarse mediante una gestión eficaz del pastoreo, por ejemplo reduciendo la compactación y permitiendo mejores tasas de infiltración del agua y una mayor disponibilidad de agua para plantas y animales. Además, las prácticas saludables de gestión del suelo, como mantenerlo protegido con una cubierta vegetal, pueden reducir la pérdida de suelo por erosión y proteger los cursos de agua cercanos.
Además de mejorar la calidad del agua, un suelo sano puede tener beneficios medioambientales positivos que repercutan indirectamente en la productividad ganadera. Las prácticas de salud del suelo pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la biodiversidad, lo que puede contribuir a crear un ecosistema más sostenible y resistente para el ganado.
Desde el punto de vista económico, un suelo sano puede ayudar a los ganaderos a mejorar la productividad de los pastos y el ganado y a reducir los costes de los insumos del suelo para aumentar la rentabilidad. Gracias a los análisis biológicos del suelo más avanzados, los ganaderos y agricultores pueden disponer de las herramientas necesarias para comprender e interpretar la funcionalidad del suelo y maximizar sus resultados empresariales.
Las prácticas de gestión de la salud del suelo, como los cultivos de cobertura y el laboreo reducido, pueden ayudar a reducir la erosión del suelo y el impacto que tiene tanto en la producción como en la calidad del forraje. También es fundamental una buena gestión del pastoreo, que incluya el pastoreo rotativo y evite el pastoreo excesivo. Por ejemplo, un periodo de pastoreo corto con un largo periodo de recuperación por prado puede garantizar una cobertura del suelo elevada y constante.
El silvopastoreo es otra práctica de pastoreo dirigido que integra los árboles de la tierra con el forraje y el ganado. Las explotaciones ganaderas comparten espacio con la producción agrícola, y los árboles pueden proporcionar a los animales forraje, fibra y cobijo al tiempo que protegen el suelo.
La incorporación de cortavientos en la plantación de árboles -una línea de árboles o arbustos para reducir el viento- puede crear condiciones más favorables para el suelo, los cultivos y el ganado. Los cortavientos pueden ayudar a detener la erosión del suelo, proteger a los animales y los cultivos y favorecer la polinización de los cultivos por los insectos.
En general, la salud del suelo es esencial para mantener la productividad de las explotaciones ganaderas y ganaderas. Un suelo sano proporciona los nutrientes, el agua y la estructura necesarios para el crecimiento del forraje, lo que a su vez favorece las necesidades nutricionales y la salud del ganado. Al dar prioridad a la salud del suelo, los ganaderos pueden mejorar su productividad, reducir su impacto medioambiental y crear una explotación más sostenible y resistente. Y BeCrop® Test puede ayudar.
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