Mientras los humanos intentan combatir los efectos del cambio climático, puede que haya llegado el momento de volver la vista a los microbios como nuestra solución crucial al calentamiento global. Los microbios son responsables de muchos cambios medioambientales históricos que han dado forma a la Tierra. Estos minúsculos generadores de vida han sobrevivido durante miles de millones de años, y la investigación futura puede contener las respuestas que hemos estado buscando todo este tiempo.
Los microbios, incluidas las bacterias y los hongos, son cruciales para mantener un suelo sano y combatir el cambio climático.
Los microbios del suelo son esenciales para la captura del carbono. Ciertas bacterias y algas convierten el dióxido de carbono en materia orgánica, que luego se almacena en el suelo. Esto ayuda a eliminar el exceso de dióxido de carbono de la atmósfera, mitigando los efectos del calentamiento global.
Algunos de los principales microbios del suelo implicados en el secuestro de carbono son:
El nitrógeno es un nutriente crucial para el crecimiento de las plantas, pero debe estar en la forma adecuada para que éstas puedan utilizarlo. Los microbios del suelo desempeñan un papel fundamental en el ciclo de los nutrientes. Descomponen la materia orgánica, como plantas y animales muertos, y liberan nutrientes esenciales en el suelo. Las plantas pueden absorber estos nutrientes y utilizarlos para su crecimiento y desarrollo.
Por ejemplo, las bacterias fijadoras de nitrógeno, como Rhizobium, convierten el nitrógeno atmosférico en una forma que las plantas pueden utilizar, como amoníaco o nitrito. Este proceso, llamado fijación del nitrógeno, es esencial para el crecimiento de muchas plantas, ya que el nitrógeno es un componente crítico de las proteínas y otras estructuras celulares.
Estos son algunos de los microbios clave que intervienen en el ciclo del nitrógeno:
Los microbios del suelo desempeñan un papel fundamental en el crecimiento de las plantas. Descomponen la materia orgánica, aportan nutrientes, favorecen el desarrollo de las raíces y protegen contra las enfermedades.
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Otras bacterias y hongos ayudan a descomponer moléculas orgánicas complejas, como la celulosa y la lignina, en compuestos más simples que las plantas pueden utilizar. Este proceso, conocido como descomposición, devuelve al suelo diversos nutrientes, como carbono, nitrógeno, fósforo y azufre. Los microbios del suelo también producen muchas vitaminas y otros compuestos que favorecen el crecimiento y que las plantas absorben. Por ejemplo, las bacterias del suelo producen vitamina B12, esencial para el crecimiento y desarrollo de las plantas.
Algunos microbios del suelo, como los hongos micorrícicos, forman relaciones simbióticas con las raíces de las plantas. Estos hongos ayudan a mejorar la absorción de agua y nutrientes por las raíces de las plantas, lo que favorece su crecimiento y desarrollo. Los microbios del suelo también pueden ayudar a proteger las plantas contra las enfermedades. Por ejemplo, ciertas bacterias producen antibióticos que pueden matar o inhibir el crecimiento de microbios patógenos, como bacterias y hongos, que causan enfermedades a las plantas.
El ciclo de los nutrientes ayuda al suelo. Además del nitrógeno, los microbios del suelo ayudan a ciclar otros nutrientes esenciales, como el fósforo y el potasio, poniéndolos a disposición del crecimiento de las plantas. Este proceso, conocido como ciclo de nutrientes, ayuda a mantener la salud y la fertilidad del suelo.
Estos son algunos de los microbios clave que intervienen en el ciclo de los nutrientes:
Los microbios del suelo pueden reducir su contaminación. Muchos procesos industriales y productos de consumo liberan sustancias químicas nocivas en el medio ambiente, contaminando el suelo. Pero algunos microbios del suelo pueden descomponer estos contaminantes, ayudando a limpiar el suelo contaminado y a proteger el ecosistema.
Cuando los residuos se descomponen, liberan metano, otro potente gas de efecto invernadero. El metano es un potente gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global y puede afectar negativamente a los esfuerzos de captura de carbono.
Algunos microbios, en particular ciertos tipos de arqueas y bacterias, participan en la producción de metano. Un ejemplo de ello son las arqueas metanogénicas. Estos microbios son responsables de la mayor parte de la producción de metano en entornos anaeróbicos, como los humedales, los arrozales y el tubo digestivo de los rumiantes. Producen metano como subproducto de sus actividades metabólicas, que implican la descomposición de materia orgánica.
La producción de metano por parte de estos microbios puede liberar cantidades significativas del gas a la atmósfera, lo que puede repercutir negativamente en el clima y en los esfuerzos de secuestro de carbono. Sin embargo, es importante señalar que no todos los microbios implicados en la producción de metano son perjudiciales. Algunos microbios, como los implicados en la producción de biogás, pueden aprovecharse para producir energía renovable al tiempo que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los microbios, como las bacterias metanotróficas, pueden descomponer el metano antes de que se escape a la atmósfera. Este proceso no sólo reduce las emisiones de metano, sino que también crea una fuente de energía limpia.
Un microbioma del suelo sano es esencial para mantener la salud del suelo y promover una agricultura sostenible. Los microbios desempeñan un papel crucial en la salud del microbioma del suelo de varias maneras:
Las pruebas biológicas del suelo son vitales para comprender la salud del suelo y el papel del microbioma en la producción de cultivos. Biome Makers ofrece un análisis biológico del suelo denominado BeCrop Test. BeCrop Test es práctico para los agricultores porque este análisis biológico del suelo muestra las vías de nutrientes bloqueadas, la diversidad microbiana, la relación entre hongos y bacterias, la detección del riesgo de enfermedades y la producción de hormonas y la adaptación al estrés. Con estos datos, los agricultores pueden aplicar fertilizantes o productos biológicos más precisos para diagnosticar problemas específicos, ahorrando tiempo y dinero y aumentando el rendimiento y la calidad de los cultivos.
En conclusión, los microbios del suelo desempeñan un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, y su diversidad y funciones son esenciales para mantener un suelo sano y mitigar los efectos del calentamiento global. Los microbios del suelo están a la vanguardia de la agricultura sostenible y la protección del medio ambiente, ya que favorecen el secuestro de carbono y contribuyen al ciclo del nitrógeno, limpian la contaminación y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, es importante entender que no todos los microbios tienen un impacto positivo en el medio ambiente, y algunos pueden incluso contribuir al cambio climático. Esto pone de relieve la importancia crítica de comprender la diversidad de los microbios del suelo y sus funciones y de utilizar esta información para tomar decisiones agronómicas con conocimiento de causa.
Las pruebas biológicas del suelo proporcionan información valiosa sobre las comunidades microbianas del suelo y son una herramienta valiosa para los agricultores comprometidos con el fomento de la agricultura sostenible y la mitigación de los efectos del cambio climático. En definitiva, los microbios del suelo son actores clave en la lucha contra el calentamiento global, y es esencial que reconozcamos su importancia y aprovechemos su potencial para proteger el medio ambiente y garantizar un futuro sostenible.
Publicado originalmente el 20 de diciembre de 2022, actualizado el 13 de febrero de 2023.